Introducción a Mariana Enríquez
Sectas, punk, democracia, cementerios y libros conforman a la mejor autora de nuestra época: Mariana Enríquez.
¿Quién es la mayor exponente de la literatura de terror en letras hispánicas y ganadora del 37º Premio Herralde de Novela? Un paseo por su obra.
Mariana Enríquez nació en Buenos Aires, Argentina, en 1973. Se licenció en Comunicación Social en la Universidad Nacional de La Plata. Como periodista es subeditora del suplemento y ha colaborado en Radar del diario Página/12, ha colaborado en las revistas TXT, La Mano, La Mujer de mi Vida y El Guardián. También participó en radio, en el programa Gente de a pie, de Radio Nacional.
Hace varios momentos viene siendo la escritora del momento, el boom latinoamericano que supo mejor que nadie hacer lo que hace Lovecraft, Stephen King o Shirley Jackson. Dentro del grupo de la llamada "nueva narrativa argentina", Enríquez ha logrado un gran éxito con sus novelas y cuentos dentro del género de terror. Fue galardonada en 2017 con el Premi Ciutat de Barcelona en la categoría «Literatura en lengua castellana» por su libro Las cosas que perdimos en el fuego. Y en 2019 se alzó como ganadora del Premio Herralde de la Editorial Anagrama con su última novela Nuestra parte de noche. Pero vayamos por partes, por sus 6 obras principales.
La infancia de Mariana Enríquez está llena de historias oscuras sobre magia en las que su abuela creía con fuerza, mientras vivía con sus padres en Lanús. A finales de los ochenta y principio de la democracia argentina se mudan a Buenos Aires y conoce lo que la empuja a escribir su primera novela: el punk, la literatura de terror y las drogas. Mariana escribe Bajar es lo peor con 19 años y tiene toda la frescura de la edad, los excesos y el descubrimiento joven.
La primera novela de Mariana es publicada en el 95 y está fervientemente influenciada por la cultura gótica que va desde la forma en que describe a los personajes hasta el nacimiento de sus primeras obsesiones que a la autora le impactan desde siempre, sin ningún tipo de filtro.
En esta obra conocemos a Facundo, un adonis dark que lo narran como un verdadero ángel caído. A Narval, un chico perdido en las drogas que es atormentado por unas visiones de seres que lo visitan. Ellos dos son más que una relación, son como almas gemelas. Y juntos viven todo, relaciones sexuales, calle, drogas. Pero también se destruyen. También otros personajes van y vienen: Carolina, Armendáriz, la Diabla. Hay algo en esta primera novela que tiene lo que todas, la forma excelente de desarrollar personajes que te van a quedar grabados. Como Juan y Gaspar, en Nuestra parte de noche, Facundo y Narval en Bajar es lo peor.
En estos capítulos seguimos a estos personajes día a día en el Buenos Aires de los noventa sin que haya un hilo conductor, pero esta novela funciona porque Mariana construye personajes hipnóticos que viven en una decadencia, en un escenario crudo y sucio con un surrealismo acertadísimo. Una novela lejos de ser perfecta, en una de sus ultimas reediciones Enríquez nos advierte en un prólogo brillante que la obra no está ni releída ni corregida. Y es precisamente ese retrato jovial de sus primeros tintes del terror y esos altibajos literarios lo que atraen.
La verdadera fama de Mariana Enríquez va a llegar con los relatos, en noviembre de 2009 va a publicar doce cuentos perturbadores en Los peligros de fumar en la cama. En esta antología ya se empieza a visualizar el gustito de Mariana por la cultura popular argentina, la historia, el misticismo, las marginalidades y los íconos punk.
La calidad narrativa de este libro es alucinante, la autora brilla por su prosa despojada de inhibiciones y completamente franca. En esta obra confirmamos que sabe manejar mejor que nadie el elemento intrigante y además, confinado en la estructura del relato.
Cuentos de terror, dice en la contratapa. Sí, son cuentos de terror. Pero no por los fantasmas o los muertos que vuelven a la vida, sino porque la escritora nos acerca a terrenos donde los terrores son los primarios. Los terrores de donde no podes escapar: terrores sociales. Lo que me sorprende de la literatura de Mariana es la capacidad de relatar el lado más turbio y repudiado de la sociedad sin juzgarlo ni esquematizarlo, lo que te permite a vos como lector lo mismo, romperte los esquemas.
En un auténtico deleite Mariana va a combinar tradición, comedia y horror. Un sentido del humor muy macabro pero que hace match al instante con el resto de sus elementos. Como recomendación personal El carrito, El desentierro de la angelita y Cuando hablábamos con los muertos, me parecen los mejores relatos. Aunque todos me parecen excepcionales.
Alguien camina sobre tu tumba de publicación original en el 2013, pero con una edición ampliada en 2021, propone el cementerio como hilo común y no como pretexto. En este libro, Mariana nos pasea por cementerios en una recopilación de textos con historias, turismo y memorias.
Esta recopilación de crónicas de paseos por cementerios recorre desde Londres hasta Guadalajara, desde Argentina hasta Nuevo Orleans. Es un libro de no ficción altamente diferente y el que, en lo personal, recomiendo para comenzar con sus libros de ese género. Es un libro maravilloso, pero si lo lees después de haber leído La hermana menor quizás te quedes insatisfecho.
Esta obra de la autora mezcla una infinidad de temáticas con una escritura super fresca pero a la vez macabra. Nos habla de la fetichización de cadáveres, el contexto histórico, el contexto personal con sus propias historias, leyendas urbanas y sin falta, las problemáticas sociales.
Mujeres que escriben sobre mujeres. Mariana Enríquez, una de las escritoras contemporáneas mas importantes de nuestro país, y Silvina Ocampo, siempre en las sombras pero hoy inmensa. La hermana menor, un retrato de Silvina Ocampo. Un libro fundamental.
Este trabajo periodístico maravilloso sobre Silvina Ocampo produce hambre, no podes dejar de leer, incluso no basta con devorarlo. Enríquez retrata a Silvina como la protagonista de su historia, lejos de ser una ficción, pero también lejos de la biografía (a falta de los recursos que se necesitan para escribir una) hace un retrato polifónico de la figura Ocampo. Una mujer excéntrica, extravagante, secreta, principal y secundaria. En palabras de la propia Silvina, “el etcétera de la familia”, la opacada por su hermana mayor, su esposo y su mejor amigo, la mujer que no se nombra ni en la placa del cementerio.
Personalmente creo que Mariana siempre es un 10, siempre 5 estrellas. Pero este trabajo es deslumbrante, es exquisito. No solo ilumina a una autora que siempre fue tremenda, pero que estuvo olvidada en las sombras. Sino que desde el plano literario y anecdótico es muy entretenido. Las voces que van conformando a nuestra protagonista, los amores, la libertad, y sobre todo, la literatura. Cerrás el libro y vas directo a los cuentos de S.
Julieta Venegas dice en su reseña de este libro: “En todo caso Ocampo era un personaje difícil de entender, o de atrapar, y eso hace que este retrato sea aún más lindo, porque es todo un intento por comprenderla, aunque creo que la mejor manera será leyéndola, algo que hare pero ya, gracias a este libro veo que me estoy perdiendo de una voz única.”
Junto a Los peligros de fumar en la cama, en 2016 aparece Las cosas que perdimos en el fuego y conforman los dos volúmenes fundamentales y mejores ejemplos del estilo de Enríquez en la estructura corta, el cuento.
Me parece importantísimo mencionar que los elementos que utiliza Mariana Enríquez en su obra tienen un valor cultural gigante para las letras contemporáneas de Hispanoamérica, porque nos permite construir una literatura del terror tomando elementos del terror anglosajón y siguiendo esas tradiciones, pero nos plantea una literatura con la cultura que nuestra historia nos ha proporcionado y así permitirnos crear nuestras historias de miedo.
En esta segunda colección de cuentos de la autora leemos 12 cuentos enmarcados en el género del terror y pasea por temas diversos como la depresión, las conexiones cibernéticas, la dictadura, el Petiso Orejudo y chicos que viven en la calle. Como recomendación personal dejo los siguientes títulos: La casa de Adela, mi personaje favorito en el multiverso de Mariana (quien reaparece como amiga de un protagonista en Nuestra parte de noche). Los años intoxicados y Fin de curso, las protagonistas mujeres adolescentes de Enríquez son mi fascinación total. Aunque todos los cuentos son excepcionales.
Como es normal en un libro de relatos, me gustaron más unos que otros. Pero curiosamente los que más me inquietan son los más realistas y crudos, porque como ya se sabe, muchas veces la realidad supera la ficción. Me encanta la capacidad de invento en la escritura de Mariana, como consigue crear un aura enteramente terrorífica y al siguiente relato crear otra completamente diferente, pero igual de macabra. Heredera de Shirley Jackson, la voz poderosísima de Mariana consigue incorporar el horror a lo cotidiano y darle una vuelta de tuerca a los estereotipos de este género literario.
Después de este libro me quedé huérfana, sin ganas de leer otra cosa. Premio Herralde de novela (2019) Premio de la Critica de narrativa castellana (2019) Premio Celsius de novela de terror (2020) Premio Grand Prix de l’Imaginaire de novela traducida (2022)
Ni siquiera sé por dónde comenzar a escribir cuando hablo de esta novela y la increíble labor de Mariana en cuestiones narrativas. Crear un universo tan terrorífico, tan argentino y por sobre todo tan coherente, donde todo encaja bien, donde el entretenimiento es constante, donde la intriga aumenta y los rompecabezas mentales de los lectores estallan.
Esta novela nos cuenta una tragedia familiar centrada en el intento desesperado de Juan por proteger a su hijo Gaspar de un destino impuesto, ser un futuro médium de una secta que le rinde culto a una entidad misteriosa llamada la Oscuridad. Esta travesía de novela nos muestra esta propuesta desde diferentes enfoques, personajes, lugares y saltos de tiempo, por lo que nos permite conocer bien a fondo a todos los personajes. Pero quienes son el hilo conductor de la historia son Juan y Gaspar, su relación como padre e hijo, el crecimiento de Gaspar y el deterioro de Juan. Nuestra parte de noche tiene personajes muy interesantes y excelentemente desarrollados: una primera generación en Inglaterra llena de drogas, rock y casas que cambian. Una segunda generación siendo niños, en bicis, casi como una película de los ochentas, una nena con un muñón, imágenes violentas y Omayra Sanchez en el noticiero. Es preciso mencionar también que todo ocurre en un contexto clave para la historia argentina, porque además de las sectas y los demonios, Enríquez nos presenta el terror del mundo político y militar, junto con todas las desapariciones de la época.
Más de 700 páginas, ni una que sobre. Justas y necesarias para conocer a fondo una gran historia de ocultismo. Juan Naranjo dice en su reseña de este libro: “Nuestra parte de noche es, simplemente y con todas las letras, magistral. Bravo por esta autora y por hacer de sus lectores unas víctimas traumatizadas pero sedientas de más.”
Para cerrar, más contenido de Mariana que recomiendo y puede ser interesante para acompañar lecturas (o sencillamente para idolatrarla)
Si querés ver algo en Youtube hace click acá. Una entrevista de Mariana en Marea Nocturna, especial cultos y sociedades secretas.
Si querés escuchar algo en Spotify hace click acá. Un episodio de Resaltadores, el poscast de literatura de la Radio Nacional donde Mariana arma su propia Silvina Ocampo.
Si querés leer algo en la web hace click acá. Una entrada de télam donde Milena Heinrich habla sobre la inauguración de Mariana en el Dialogo de escritoras y escritores en la Feria del libro.
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